04 diciembre, 2010

El Joven, el amor y Lupus 
Primer Encuentro
Entonces ahí estaban ellos , rodeando la mesa de centro de la sala, el reloj marcaba las 22:00 horas, enfrente el televisor plasma de último modelo, debajo de este una vitrina con copas y botellas de diversos licores. Los seis chicos se acomodaron, todos agotados después de una larga caminata por el malecón. Carlos creyó que era momento de una partida en cualquier juego de mesa, a lo que el joven dueño de la casa acentuó- ¿Alguien me acompaña a buscar uno?- al no ver respuesta alguna se fue sólo y atravesó la puerta que dividía la sala de su cuarto. Los demás sentados en la sala apresuraron a que ella  lo siguiera. -Ya pues Ale no seas floja y ve, normalazo  el no se molestará si entras a su cuarto- Carlos desde la esquina del sillón púrpura se dirigía a Alejandra mientras este preparaba unos tragos que ya había cogido de la vitrina. La muchacha con mucha preocupación atravesó también la puerta. El joven que estaba en su cuarto quedó sorprendido que ella lo siguiera; sus miradas se cruzaron, era distinto ahora, cada vez más andaban más cerca en los últimos meses.

Era increíble todo lo que estaba pasando en la vida del muchacho; hace un año el se encontraba en la misma habitación tragándose sus preocupaciones y penas. También era asombroso cuan rápido fue calmarse y superar las derrotas ya obtenidas, "Quizás Lupus me puso algún encantamiento, me dio alguna pócima, o tal vez fue su compañía la que me apresuró todo esto, pero lo que sea que hizo lo hizo bien" .Una sonrisa le dibuja en la cara cada vez que pensaba eso, pero así de rápido habían pasando los malos tragos y la época de labores también ayudó a que todo se curaba. El joven sólo había dejado pasar el tiempo, se involucró en nuevos talleres  para botar su ira, Lupus no entendía lo que hacía su amigo y mucho menos en que trataba el tae kwon do,pero igual lo apoyaba. La temporada seguía su curso, los planes educativos, los talleres y el resto de tiempo en largas caminatas por el malecón, sentarse a pensar en las peñas y ver la neblina cubrir el Pacífico."Lo interesante de las estaciones es que cada una mejora en orden progresivo, y así podre afrontar todo, primero vientos, luego neblina, y finalmente el mar nos muestra una hermosa coreografía solar durante el día. Así es como todo mejora, espero que así sea." 

La chica lo miraba y sonreía - Ya me voy chancho- dijo una voz que provenía de la sala; era una joven muy simpática y de sonrisa radiante. La chica que acompañaba al joven se quedó perpleja, al conocer a la hermana del muchacho que ya se despedía, al igual que todos los demás amigos de la sala. Cuando salieron del cuarto para despedirse de Gaby, el joven traía en sus manos el clásico "Monopoly". La hermana de este se fue y empezó la noche de juegos. Mientras la temática del juego surgía, Carlos y los demás presentes ya habían terminado los tragos, eso significaba que era momento de despedidas. El reloj seguía con su tic-tac, marcando cerca de las 23:40. El taxi de Ale recién llegaría veinte minutos después así que la dejaron como única visitante en la casa del muchacho. Mientras los visitantes bajaban las escaleras el perro de la casa empezó a dar aullidos presintiendo la despedida. Ambos se quedaron sentados en el sofá purpura, volvieron las miradas, ella sonreía muy amablemente, no eran lo suficiente cercanos para entablar una conversación de peso. Las trivialidades salían a la par de cada gesto fraterno, ordenaban el juego mientras la pequeña entrevista.

Lupus miraba la escena desde la repisa a través de la puerta semi abierta que dejaron los jóvenes. Ella cada ves que lo miraba fue cambiando el sentido de su mirada, según Lupus el brillo no era oscuro sino púrpura cada vez más sincero al igual que su tacto. El, continuaba perdido contacto anécdotas,mas aún en su cabeza figuraba una batalla ante la neblina del invierno y veía a esta marcharse con más rapidez de lo normal . -Ringg!!- había sonado el timbre, por la hora deducieron que era el taxi de la joven que la esperaba y así era. Ella bajo y se despidió con un beso en la mejilla, acariciando el cabello de su anfitrión. Antes que ella se marchase el la abrazó. Fue ahí donde las emociones fluyeron y eran dos personas que después de mucho tiempo por fin se encontraron.- Hasta mañana, gracias por todo- dijo la chica con el brillo tintineante en su mirada, volteó el rostro y bajó las escaleras del departamento. Al igual que había sucedido con los otros, el perro comenzó a ladrar y ella con pequeños gemidos se apresuró sin voltear. El algo confundido cerró la puerta, acarició a su perro y se sentó de nuevo en el sofá, volteó la mirada hacia la puerta que daba a su cuarto y observó a Lupus sentado en la repisa muy atento a sus movimiento y es ahí donde se preguntó así mismo "¿Será acaso que la hermosa coreografía solar llegó en mí?, Eso espero."

*Imagen por:

~T-Brother

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