Entonces está él sentado en las gradas buscando decir que "no". Se daba cuenta que era tan difícil y tan satisfactorio el pronunciar aquel monosílabo. Pero cuanto había detrás era lo que lo atormentada; decir "no" le producía fastidio, le daba nauseas saber que no podría ayduar a alguien, que tendría que dejar algo, que el decir "no" le traería barreras. La mañana labaoral se estaba expandiendo y él sentado a la espera de ser salvavidas de alguien. Siluetas violetas pasaban por su cabeza, aquella confusión de poder engar a alguien para pdoer estar mas tranquilo, lo atormentaba.
-Lupus, sal de ahí adentro.- me hablaba mientras me acomodaba entre sus cosas, jadee un poco para salir y sentarme al costado de el mirando el sol expandirse a lo lejos.-"Ay Lupus!, ¿viste cuan tranquilo estaría ahora? pero no lo estoy.Dejaré ya de fijarme en compensar a todos".- Lo miré por largo rato, sábiendo que esta escena se repetía a menudo, sabiendo que él era debil y que no podía ser fuerte y centrarse en algo.-"¿Acaso no me crees?."- Estaba cansado de escucharlo en esas escenas, de verlo maquillar sus emociones y que no se diera cuenta que el ser acaparador lo distanciaba cada vez más de sí mismo.
Tocó el timbre, me metí en su mochila, vino ella al encuentro y yo pasé a ser espia desde la pequeña abertura del cierre. La historia continuaría como empezó y aquellas palabras y pensamientos de cambio quedarían atrofiados en su búsqueda de salir a la libertad. Aveces me gustaría preguntarle "¿Por qué lo haces?" Pero sé que sería muy duro para él darse cuenta ahora de eso.
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